martes, 31 de marzo de 2009

El poder de la cultura


"Cada cultura solo es comprensible en sus propios términos que dan sentido a la vida en grupo"
Ruth Benedict

La cita de Ruth Benedict se hace enormemente significativa cuando no logramos comprender el porqué de ciertos hábitos que se llevan a cabo en nuestras comunidades vecinas.
Si esos hábitos, además de ser distintos a los nuestros, contradicen nuestros valores tan interiorizados y arraigados en nuestra base ética ya no dudamos en criticar las culturas de esas otras comunidades.
La antropología elabora un análisis del hombre y de su desarrollo, analiza las distintas sociedades y sus costumbres o lo que en definitiva puede llamarse su cultura. Sus principios de análisis parten de la base de que el investigador debe ser totalmente objetivo cuando realiza su análisis. Esta supuesta subjetividad no está al alcance de un hombre o mujer que para llevar a cabo esa tarea debería desprenderse de todo el conjunto de valores i esquemas de pensamiento. Debe escindirse, pues, de su base ética o cultural (un proyecto un tanto ambicioso).
Desafortunadamente la cultura no es algo tan efímero y por ello, para el individuo occidental es sumamente difícil comprender cómo la mujer centro-africana permite que mutilen una parte de su cuerpo poniendo en riesgo su salud y renunciando al más mínimo placer sexual o cómo el honor ha sido tan importante para algunas comunidades como los samurái que para recuperar el honor debían darse muerte abriéndose el abdomen.


http://www.shotokai.com/historia/seppuku.html


http://www.elpais.com/articulo/portada/ablacion/mutila/Africa/elpdompor/20060618elpdmgpor_1/Tes


http://www.youtube.com/watch?v=rMQb9YEpfVQ




lunes, 23 de marzo de 2009

SICILIA



"En Acireale, lo mismo al parecer que en Siracusa, las fachadas del urbanismo barroco reflejan en el crepúsculo una luz dorada y homogénea; después de las horas del mediodía y sus luces, de los quiebros y dramatismos católicos, queda una luminosidad terrosa, una emanación cálida en que parece que la piedra ya descansa."
Ismael Grasa


Título: Sicilia
Autor: Ismael Grasa
Fecha de edición: julio del 2004
Colección: ElCobre

Para los amantes del sol, del silencio y de la tranquilidad que ofrecen los lugares apartados de las masas brutales de gente que busca en verano un lugar donde pasar sus vacaciones, Sicilia es un buen relato que Ismael Grasa ofrece sobre la principal isla italiana y que logra transportar al lector a un escenario. Un lector que quizá necesite en algún momento, cerrar los ojos para evitar la ceguera que causa el sol cuando da directo en la cara. Esa sensación física, no habitual durante una simple lectura la provoca Grasa mediante una descripción vivísima del ambiente que consigue activar la actividad sensorial del lector.

El viaje que el autor emprende está narrado con una prosa literaria y evocadora. Su lenguaje elaborado recoge de forma precisa y detallada el ambiente de los lugares que visita hasta el punto de describir aspectos mínimos: “la baba de los gasterópodos rebosa y brilla, impregna la pared”. Grasa deja ver su gran conocimiento histórico y artístico acerca de Sicilia acercando al lector mediante regresiones, al contexto histórico de la isla en relación a lo que él ve. El autor hace alusiones a importantes personalidades del panorama artístico a lo largo del libro. Algún ejemplo es la explicación que hace sobre las historias que Bocaccio narra en el Decamerón donde se nombra Palermo que van intercaladas con la descripción de lo que rodea al autor, o la explicación de la visita que Wagner y Renoir hacen a Sicilia donde el pintor elabora un retrato del músico sin olvidar la presencia de Goethe en la isla.

Están muy bien plasmados, además de los rasgos culturales del territorio, las costumbres y la personalidad que predomina en Sicilia. Tanto es así que Grasa describe sonidos, sabores, olores e incluso su interacción con los recepcionistas de los hoteles que tienen una personalidad propia muy bien matizada en la narración del autor. Es evidente que Grasa tiene la intención de transmitir la esencia de Sicilia, quizá por ello inicia y finaliza su relato con breves apuntes sobre la historia del caso del juez Giovanni Falcone, el magistrado asesinado por la Mafia siciliana, hecho que dota al libro de una estructura circular dividida en cinco apartados que contienen la narración de las visitas de Grasa a cinco de los lugares y provincias de Sicilia: Palermo, Taormina, Acireale, Siracusa y Agrigento. La historia acerca de la Mafia siciliana es uno más de los atractivos del libro porque es un rasgo distintivo muy tradicional y arraigado en la cultura Italiana que el mundo exterior identifica claramente cuando piensa en el país. Ese rasgo tan atrayente deja paso a otras características que el autor de Sicilia va nombrando a lo largo del texto: cómo es concebido el pueblo siciliano, los espectáculos de títeres con sus interpretaciones de los cantares de gesta, las tradicionales apuestas en el hipódromo, las tradiciones fúnebres de embalsamamiento en Palermo, la frutta Martorana típica de Sicilia, etc.

“El siciliano es incapaz de concebir el mundo diferente al suyo” pero el lector concibe plenamente el mundo en Sicilia después de leer el relato del viaje de Ismael Grasa. Supongo que después de su lectura no falta tiempo para hacerse un hueco en la agenda y planear una excursión a la isla.

http://www.lasicilia.es/
http://www.tripadvisor.es/Tourism-g187886-Sicily-Vacations.html
http://ismaelgrasa.blogia.com/
http://www.youtube.com/watch?v=yP9eEbgh1eU&feature=PlayList&p=897DDA818485F3A2&index=0&playnext=1

domingo, 15 de marzo de 2009

Ítaca




Cuando partas hacia Itaca

pide que tu camino sea largo

y rico en aventuras y conocimiento.

A Lestrigones, Cíclopes

y furioso Poseidón no temas,

en tu camino no los encontrarás

mientras en alto mantengas tu pensamiento,

mientras una extraña sensación

invada tu espíritu y tu cuerpo.

A Lestrigones, Cíclopes

y fiero Poseidón no encontrarás

si no los llevas en tu alma,

si no es tu alma que ante ti los pone.


Pide que tu camino sea largo.

Que muchas mañanas de verano hayan en tu ruta

cuando con placer, con alegría

arribes a puertos nunca vistos.

Detente en los mercados fenicios

para comprar finos objetos:

madreperla y coral, ámbar y ébano,

sensuales perfumes, -tantos como puedas-

y visita numerosas ciudades egipcias

para aprender de sus sabios.

Lleva a Itaca siempre en tu pensamiento,

llegar a ella es tu destino.

No apresures el viaje,

mejor que dure muchos años

y viejo seas cuando a ella llegues,

rico con lo que has ganado en el camino

sin esperar que Itaca te recompense.


A Itaca debes el maravilloso viaje.

Sin ella no habrías emprendido el camino

y ahora nada tiene para ofrecerte.

Si pobre la encuentras, Itaca no te engañó.

Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,

comprendes qué significan las Itacas.

Konstantínos Kaváfis


Kaváfis hace en Ítaca alusión a un viaje en su sentido místico y alegórico. El viaje hacia Ítaca no supone movimiento físico alguno sino que es un recorrido vital expresado a nivel metafórico. Así pues, “Cuando partas hacia Ítaca” simboliza el principio de un recorrido que yo interpreto como el primer momento en que se ejecuta una elección en la vida, una elección que conllevará un camino lleno de matices.


El viaje que Kaváfis pone de manifiesto es rico y positivo y su finalidad es vivir, aprender y nutrirse de experiencias y conocimiento dejando de lado la importancia que tendrá el destino del viaje. Kaváfis opta en la primera estrofa por abandonar los miedos que invaden al hombre en el momento de empezar un nuevo camino, ese temor es el que representan los Lestrigones, los Cíclopes y el furioso Poseidón, tres figuras mitológicas que atentan contra el hombre que asustado a veces opta por no empezar su viaje. “A Lestrigones, Cíclopes/ y fiero Poseidón no encontraras/ si no los llevas en tu alma” es el verso que mejor expresa esa propuesta del yo poético: aleja de tu mente los temores que solo supondrán obstáculos y sigue con tu camino.


La segunda estrofa del poema habla de cómo ha de ser propiamente el viaje. El autor del poema concibe el viaje como lo más importante, lo que es vital y más enriquecedor incluso que la llegada al destino hacia donde se va. De este modo, Kaváfis propone disfrutar de todo el camino recorrido des del punto de partida hasta llegar al objetivo. Para él, ese recorrido es el motivo mismo del viaje que acabará una vez se haya llegado al punto al que se estaba destinado, un lugar en el que no hay nada y en el que solo queda lo que has conseguido a lo largo del viaje. “No apresures el viaje, /mejor que dure muchos años /y viejo seas cuando a ella llegues, /rico con lo que has ganado en el camino /sin esperar que Ítaca te recompense”.


Yo, personalmente me quedo con la última estrofa que cierra el ciclo y recoge la esencia de la pieza poética: “A Ítaca debes el maravilloso viaje. /Sin ella no habrías emprendido el camino/ y ahora nada tiene para ofrecerte”. Estos tres primeros versos evocan el sentido del viaje destacando la virtud de Ítaca como lugar al que agradecer todo lo ganado hasta la llegada y sin embargo poniendo en evidencia la pobreza de Ítaca símbolo de un destino vacío pero al que agradecer todo lo ganado.